LA HUMANIDAD ES UN FIN AL QUE NO PODEMOS RENUNCIAR
Estimad@s contemporáne@s,
Solo desde la poesía es posible no sucumbir ante la duda
(aunque tampoco para siempre, pues la poesía también dejaría de existir) y
llamar a las cosas por su nombre. Pero, ¿qué es el nombre? Tan ambiguo y
maleable como la inteligencia y su "vasalla", la razón.
Por eso, al igual que los psicólogos más inconformistas y
heterodoxos de las últimas décadas, apuesto por **LA CONCIENCIA**. No desde los
estados alterados inducidos por estímulos excéntricos, ni desde las **ECM**
(Experiencias Cercanas a la Muerte), tan estudiadas y de moda —incluso en EEUU,
donde han alcanzado el estatus de cultura emergente—, sino desde su **potencial
infinito y natural**. Un potencial que, diría, es casi extraterrestre,
proveniente del cosmos al que pertenecemos y del que aún ignoramos tanto.
Confío en que esto no confunda a los aprioristas del
juicio. Hablo de la conciencia como **nueva guía y motor** del animal que somos
(eso es incuestionable) y del ser social que pretendemos ser, pero que sigue
desorientado, siempre en busca de un dorado que nunca llega. Un ser que no
aprende lo suficiente de sus errores para reconducir su rumbo, a pesar de que,
en su momento, entendió que el proyecto de **Ser Humano** era un buen camino.
Hoy, sin embargo, ese proyecto parece abandonado.
¿Por qué? Sencillamente, porque **no es rentable**. No lo
es para quienes, en lugar de pensar en un reparto equitativo, justo y honesto
de la riqueza alcanzada (incluyendo las diferencias propias de capacidades y
esfuerzos, pero sin olvidar que la **discapacidad** es parte igualmente
importante de un **UNIVERSO DISVERSO**), dan rienda suelta a su **CODICIA SIN
LÍMITES**. Ya sea a través de las máquinas, las armas o, ahora, los datos.
**CUIDADO.**
Por eso, hoy más que nunca, digo: **¡BE CONSCIENCE!**
Y sí, dudemos lo que nuestra naturaleza nos dicte. Aunque
puede que el último tramo del camino que llevamos —o por el que nos llevan— nos
asome al precipicio de **LA CIENCIA POR ENCIMA DE TODO Y DE CUALQUIERA**. Un
precipicio que, quizás, obtenga su razón de ser como catalizador de un
desarrollo verdaderamente **MÁS HUMANO**, con **LA CONCIENCIA** como guía
definitiva de nuestra nueva fase evolutiva en este planeta TIERRA.
**¡Adiós al Homo Sapiens Sapiens!**
**¡Bienvenid@ al HOM@ CONSCIENCE!**
Esto podría coincidir con los estudios de los psicólogos
más respetados en el ámbito de la **EVOLUCIÓN DE LA CONCIENCIA**. Nos confirman
que las ECM, esas Experiencias Cercanas a la Muerte, pueden ser determinantes
para el cambio de conciencia. Un cambio que, desde la inteligencia, la razón o
la mente, no somos capaces de lograr por nuestro bien común. ¿O será que el
bien particular —la conservación de privilegios de una minoría— lo impide para
la **GRAN MAYORÍA**?
Hoy, la **ECM globalizada** que vivimos —o sufrimos, aunque
no todos por igual— es denunciada y evidenciada por los medios y la sociedad en
su conjunto. Con sus cambiantes formas de afrontar el presente y mirar hacia el
futuro, esta ECM podría ser una **causa inevitable** para la inteligencia, la
razón y los datos al servicio de la **IA**, pero no para los promotores
**INCONSCIENTES** de esta.
**¡QUE ASÍ SEA!**
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